Itinerario por el Bilbao de Adelina Méndez de la Torre.
Adelina María Dolores Méndez de la Torre y Rodríguez, nació en Castropol (Asturias) el 7 de febrero de 1871. Hija de Niceto, escribiente y más tarde militar, y Rita, dedicada a sus labores. Su hermano Emilio fue escritor y su hermana Elvira, profesora de la Normal de Ávila, Segovia y directora de la de Toledo hasta su jubilación.
Adelina ingresó en la Escuela Normal de Maestras de Madrid, en la que obtuvo el título de Maestra de Primera Enseñanza Superior el 30 de septiembre de 1893 con calificación de sobresaliente. En 1897 obtuvo, por oposición, la plaza de maestra de la escuela elemental del distrito nº 7 de Bilbao, sito en la calle General Concha. Desde entonces se afincó en Bilbao; contrajo matrimonio, el 23 de diciembre de 1899, con Juan de Goicoechea Vidaurrazaga, que trabajó como sobrestante de la Dirección de Construcciones Civiles y Jardinería del Ayuntamiento de Bilbao.
Adelina Méndez de la Torre llegó a Bilbao en un momento de pujanza industrial y en el que el Ayuntamiento de la villa estaba comprometido con la educación, con la construcción de escuelas e impulsando diferentes actividades pedagógicas innovadoras, que en ese momento estaban en boga en Europa. La maestra Méndez de la Torre, conocedora de las corrientes pedagógicas más modernas de la época, impulsó diferentes iniciativas educativas con gran repercusión en las escuelas de la Villa.
El matrimonio tuvo un hijo, Juan Cruz Crispín en 1901, que falleció al poco de nacer y una hija, llamada Adelina como su madre, nacida en 1902. Adelina mantuvo relación con relevantes autores y personalidades del Bilbao de la época, tales como Estanislao de Labayru, Eduardo Landeta, Luis de Elizalde, Ricardo Bastida, entre otros.
Adelina tuvo gran interés por las corrientes pedagógicas internacionales. Por ello, en 1903, Adelina Méndez de la Torre fue pensionada, junto a María Cantero y Aniceto Gil, a propuesta de la Comisión de Fomento del Ayuntamiento de Bilbao, para realizar los cursos de Trabajo Manual Educativo de la Escuela de Ripatransone (Italia), con el compromiso de formar a sus colegas a la vuelta. En 1908, amplió sus estudios de Maestra Superior, al obtener una beca de la Junta de Ampliación de Estudios (JAE), para estudiar Pedagogía experimental en Milán, París y Ginebra, en donde estuvo cuatro meses. A su vuelta, presentó una Memoria en la que recogió las prácticas observadas sobre la Pedagogía experimental, en las ciudades visitadas, así como aspectos relativos a la educación especial.
En 1905, fue nombrada directora de la escuela elemental de niñas de la Concha, en donde desarrollo su labor hasta el 31 de marzo de 1922. Como maestra y directora de la escuela de la Concha, desarrolló en su escuela otro tipo de enseñanza, y, propuso diferentes mejoras. Según se incorporó a la villa, impartió docencia, durante el curso 1898-99, en la Escuela Dominical de Adultas, establecida en la Escuela de la Concha. A instancias de Adelina, el Ayuntamiento de Bilbao, estableció, en 1903, las primeras Escuelas Nocturnas de Adultas. Fue vocal, durante cuatro años, de la Comisión Permanente encargada de la organización y fomento de las Colonias Escolares. En 1905, se celebró en Bilbao la Exposición Escolar Nacional que recogía materiales elaborados por el alumnado. Fue vocal y ponente de la Comisión encargada de organizar y de redactar las Bases de la Exposición. Se celebró con gran éxito durante el mes de agosto. Por esa colaboración, Adelina obtuvo «medalla de oro» del Excmo. Ayuntamiento y «premio de honor» del Ministerio de Instrucción Pública. En este evento compartió estrado con María de Maeztu. Tomó parte de la Ponencia que redactó el Reglamento pedagógico de las Colonias de Bilbao. En 1906, el Ayuntamiento de Bilbao le encargó elaborar un informe para presentarlo en un Congreso en Burdeos en el que se detalla el origen de la primera colonia escolar, de la Junta de Colonias escolares, y el material y personal que disponía cuando se creó. En 1911, conocedora de la situación de las cantinas en Europa, creó la Cantina Escolar en la escuela de la Concha, que tuvo una gran repercusión en el surgimiento gradual del servicio de cantinas en los centros escolares de Bilbao. En ella distribuyó la comida y la regentó durante catorce años.
En abril, con 51 años, fue nombrada Regente de la Escuela Práctica aneja a la Normal de Maestras de Bilbao, sita en el barrio de Solokoetxe, hasta el 25 de febrero de 1937, cuando en plena guerra civil, al igual que otras compañeras, fue cesada como «jubilada forzosa», a la edad de 66 años. Como Regente de la Escuela práctica aneja a la de Maestras de Bilbao en 1922, pretendió reformular las prácticas de las maestras normalistas. El desarrollo de las prácticas consistía en preparar un tema, para exponerlo a las niñas de la escuela aneja, y con una periodicidad muy baja. La reformulación planteada por la Regente, en cambio, planteaba grupos reducidos de 16 alumnas en cada sesión, y la reducción de las horas teóricas en favor de las prácticas, planteamiento, que por avanzado al tiempo no obtuvo el beneplácito del Claustro.
La maestra Adelina Méndez de la Torre además de buena oradora demostró ser pluma fácil como articulista a juzgar por sus contribuciones escritas, tanto en revistas especializadas de educación como en la prensa diaria. Se preocupó de difundir las últimas tendencias en pedagogía a través de conferencias y de sus colaboraciones en el periódico El Nervión, y fundamentalmente, a través de la redacción de informes y folletos pedagógicos de índole diversa, o de artículos publicados en la revista La Escuela Moderna. En 1918, presentó la ponencia “La nueva escuela primaria en el País Vasco”, en el Primer Congreso de Estudios Vascos, siendo la única mujer ponente. En sus aportaciones identificó las dos necesidades esenciales: una, que la escuela primaria tenía que basarse en la idiosincrasia de los vascos y dos, que debía ser una escuela apoyada en la lengua, la historia y la geografía propias, y que “el maestro será euskaldun”. Planteó hace ya 100 años, un modelo de escuela vasca y pública, que más tarde se fraguó como ikastola y un poco más tarde como Escuela Pública Vasca.
Adelina falleció el 20 de enero de 1960, en su domicilio de la calle Heros, restando pocos días para cumplir 89 años. De las esquelas publicadas deducimos que aún vivía su hermana Elvira, que su hija tuvo a su vez otras dos hijas, María Teresa y María Pilar y numerosos nietos y nietas y biznietos y biznietas.
Gurutze Ezkurdia Arteaga, Karmele Perez Urraza, Begoña Bilbao Bilba