Agustín María Obieta nació en 1814 en Bilbao, donde residió, aunque durante algún tiempo también vivió en Madrid.
Doctor en Medicina y Cirugía, Agustín María Obieta desarrolló una brillante carrera profesional y contribuyó con importantes aportaciones a la investigación en dicho campo. Obtuvo el reconocimiento de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao, constituida en enero de 1895, siendo nombrado Presidente honorario de la misma.
Al margen del ejercicio de su profesión, fue miembro del Consejo de Administración del Banco de Bilbao y participó en la comisión directora del Ferrocarril Bilbao-Tudela (1855-56). Asimismo, desempeñó diversos cargos en la administración provincial y local bilbaína, presidiendo la Alcaldía de la capital vizcaína en 1877 tras los críticos momentos que siguieron a la abolición de los Fueros.
Ante la dimisión que, el 17 de enero de 1877, presentó el Alcalde Felipe Uhagón, el 15 de febrero Agustín María Obieta era nombrado, por unanimidad, para sustituirle. Desde la presidencia de la corporación municipal, se mostró fiel a los dictados de la Diputación y de las Juntas Generales de actuar en favor del mantenimiento de las libertades e instituciones vascongadas.
En el terreno médico, tomó parte activa en las epidemias desarrolladas en la villa, asumiendo la dirección de la Junta de Sanidad, gestionó la creación de una plaza de médico inspector de cadáveres y la instalación de un depósito de cadáveres en el cementerio de Mallona.
Cesó en su cargo el 31 de marzo de 1877 y fue sustituido por Pablo Alzola.
Susana Serrano Abad