Barrio de la extinta anteiglesia de Begoña. Espacio situado entre el río Nervión (Ibaizabal) en su margen derecha desde el Puente Nuevo hasta la altura de La Peña. Desde mediados del siglo XV la principal dedicación de la zona eran las huertas, molinos y aguas de la zona. Posteriormente se habrían levantado dos ferrerías para aprovechar el cauce del río.
En 1765 se construyó la carretera entre Bilbao y Pancorbo, atravesando el camino el barrio e instalando un puente, el Puente Nuevo, para atravesar el río hacia Basauri. A lo largo del camino se situaron, como fue habitual en la Anteiglesia de Begoña, tabernas y chacolís donde se atendía a los viajeros que discurrían por los caminos hacia Durango y hacia Madrid.
Desde 1841 la fábrica de Santa Ana de Bolueta va a ser el centro de la actividad del barrio y en función de su evolución el barrio experimentará sus efectos. Hacia 1880 más de una cuarta parte de la población de la Anteiglesia residía en Bolueta, esencialmente vinculada a la fábrica de Santa Ana y a las tabernas, como la Casa de las parras de la que se decía:
Los bilbainitos
En el verano
Chacolí gorri
Suelen beber
Bajo las parras
De Puente Nuevo
Buenas moscorras
Suelen coger
El barrio experimentó profundos cambios en los años sesenta. Por una parte la concentración de actividades industriales, expulsando a la población hacia las casas que se comenzaron a construir en la zona, mientras que el proceso de urbanización de Santutxu avanzaba en todas direcciones, también desde las casas de la Unión Begoñesa hacia Bolueta. Sin embargo, el proceso de urbanización se vio mezclado con la construcción de un elevado número de edificios de uso industrial, tendencia ya marcada en los años treinta. Así con la gasolinera, el pabellón de talleres Llar o la construcción de edificios de usos industriales en la calle de Verdel (el Correo o la fábrica de espejos recientemente derribada), encontramos un barrio con un crecimiento de población evidente, pero con una igualmente evidente dedicación industrial.
Un elemento de renovación del barrio sin duda significó la prolongación del Metro de Bilbao desde el Casco Viejo (la puesta en servicio del tramo entre Casco Viejo y Bolueta data de 1997) hacia Etxebarri, remozando precisamente el viejo puente del ramal de enlace entre Matiko y Azbarren. Su buena localización respecto al Metro y el saneamiento de diversas zonas del barrio han mejorado sin duda las condiciones de vida en Bolueta. El remozamiento y ampliación de los edificios industriales de la carretera que discurre hacia Ibarsusi en la última década inciden todavía más en esta dedicación urbana a actividades comerciales, quedando las de transformación en franco retroceso.
La nueva Bolueta es la que se está haciendo ahora y sólo podemos presumir de lo que ocurra. La sustitución de las fábricas, la de Fundición Bolueta derribada en 2005 y la de Santa Ana de Bolueta, en 2012, darán paso a nuevos bloques de viviendas, en un ambiente mucho más humanizado.Eduardo Alonso Olea