El área urbana de Bilbao la Vieja está compuesto por tres barrios: el propio Bilbao la Vieja, San Francisco y Zabala. Se emplaza en la margen izquierda de la ría en las proximidades del puente de San Antón, junto al núcleo fundacional de la ciudad.
Bilbao la Vieja
En la fundación de Bilbao en 1300 Diego López de Haro concede a la villa unos terrenos en esta zona donde confluían, junto al puente, el camino que venía de Castilla por Urazurrutia y el de Balmaseda por la calle Concepción. Lugar estratégico por tanto para el cobro de los impuestos. Hasta el siglo XVIII a este arrabal se le conoció como Allende La Puente por estar al otro lado del puente de San Antón.
El incremento en la explotación en las minas próximas del Coto Minero de Miribilla a finales del siglo XIX provocó el aumento de la población obrera y la transformación de las áreas colindantes. La actividad minera en esta zona cesó en los años 70 del siglo XX.
Bilbao La Vieja tiene contacto directo con la ría a través de los muelles de Urazurrutia y Marzana, espacios que pertenecían originalmente a la anteiglesia de Abando.
Arquitectónicamente en Bilbao La Vieja destacan edificaciones como la Casa Cuna de San Antonio, de estilo modernista o el edificio de la fundación Bilboarte, antiguas escuelas. También se mantiene un antiguo horno de calcinación de la mina de San Luis.
Proyectos realizados a comienzos del siglo XXI como la urbanización de los muelles de Bilbao la Vieja o la apertura de una nueva calle de acceso al barrio de Miribilla gracias al proyecto de 55 Viviendas en Bilbao La Vieja han supuesto un impulso en la renovación del tejido urbano de esta zona.
San Francisco
Su nombre y su origen provienen de un convento franciscano construido en el siglo XV y desaparecido a mediados del siglo XIX, que se ubicaba en la actual plaza del Corazón de María. Sus calles poseen una cierta homogeneidad arquitectónica habiendo sido algunas de sus edificaciones proyectadas por importantes arquitectos locales y prestigiosos maestros de obras. Destacan entre sus edificaciones la iglesia de la Merced (Bilborock); la iglesia del Corazón de María; la pasarela o puente de la Ribera; “La Ceres”, antigua fábrica de harinas. La población estuvo compuesta inicialmente por una modesta burguesía de clase media y baja.
La zona de Las Cortes, entre la calle San Francisco y Miribilla, ha sido conocida como el “barrio alto”, con unas edificaciones de menor calidad y una población formada fundamentalmente por los trabajadores de las minas.
Hasta el último tercio del siglo XX San Francisco fue un barrio de animación nocturna y con un gran número de locales de espectáculos, como el desaparecido Salón Vizcaya.
Zabala.
El barrio de Zabala tuvo un desarrollo más tardío, ya a finales del siglo XIX, y en la zona que se conocía como barrio de Mena, perteneciente a la anteiglesia de Abando, que se fue incorporado a Bilbao a partir de 1870. Se trataba de una zona de carácter suburbial en la que se fueron instalando talleres, almacenes y equipamientos asistenciales como el Servicio Municipal de Desinfecciones.
En la construcción de los edificios de Zabala tuvieron una intervención decisiva maestros de obra como José Bilbao y Lopategui o Daniel Escondrillas. En la calle Zabala se levantaron viviendas destinadas a las clases humildes que incorporaron elementos compositivos propios de finales del siglo XIX y comienzos del XX.
Arquitectónicamente destacan el Barrio de los Ferroviarios, al amparo de la “Ley de Casas Baratas” aprobada en 1911; el Convento de la Inmaculada Concepción, construido en 1861.
El emplazamiento de la trinchera del ferrocarril Bilbao-Tudela, con la inauguración de su estación en 1863, supuso una fractura para el desarrollo urbano del barrio. Intervenciones realizadas a comienzos del siglo XXI como la nueva plaza de Cantalojas intentan permitir una mejor relación con la zona del Ensanche salvando la trinchera ferroviaria.