Nació en Bilbao, el 1.08.1840. Hijo de José Echevarría Azcoaga, hojalatero del valle alavés de Aramayona, y de la bilbaína Victoria de Rotaeche. Contrajo matrimonio el 13.09.1869 con Felipa Zuricalday Eguidazu (Bilbao,22.08.1849/Bilbao, 15.04.1902), perteneciente a una conocida familia bilbaína relacionada con la fabricación de chocolate y coloniales, hija de Nicasio Zuricalday Urquijo y de Vicenta Eguidazu Gipulaz. El matrimonio Echevarría Zuricalday tuvo doce hijos.
De origen modesto inició sus negocios en la exportación a Ultramar, a través de la Casa de Comercio de D. Federico Echevarría. Sabemos además que Federico Echevarría consiguió en, 1867, la concesión del servicio telefonico, ampliando al mismo tiempo las instalaciones telefónicas desde la razón social José Echevarría e hijos.
Federico Echevarría combatió como Alférez (o teniente, pues difieren las fuentes) de la 3ª Compañía del Batallón de Auxiliares, defensor de la Villa en el sitio de 1874, y fue herido, lo que le valió la Medalla de los Sitios de Bilbao.
En 1876 ya se dedicaban a la venta de hierros desde la sociedad José de Echevarría e hijos. En 1878 en unos terrenos comprados a los pies de Begoña, inició la construcción de un modesto taller de laminación y estampación de hojalata, con sucesivas ampliaciones comenzaría en 1886 la fabricación mecánica de clavos de herrar. En 1894, instaló el primer horno de acero Siemens montado en España.
En 1901, ante la insuficiencia de las instalaciones de Rekalde adquirió la fábrica de alambres Santa Ana existente en Castrejana y la Fábrica de Hierros y Fundición Santa Agueda, de tachuelas, inmediata a la anterior.
Federico Echevarría participó desde las últimas décadas del siglo XIX en algunas de las empresas más significativas de la industrialización vizcaína. Así, fue uno de los fundadores, en 1882, de Metalurgia y Construcciones de Vizcaya (comúnmente, La Vizcaya) y de La Iberia. Fue miembro del Consejo de Administración de Altos Hornos de Vizcaya desde su constitución en 1902, como fruto de la fusión de Altos Hornos y Fábricas de Hierro y Acero de Bilbao, la Vizcaya y La Iberia. Sería en 1918 promotor y consejero de la Sociedad Española de Construcciones Babckok Wilcox.
Además, fue consejero del Ferrocarril de La Robla, del Ferrocarril de Bilbao a Portugalete, de la Compañía de los Caminos del Hierro del Norte de España, del Ferrocarril y Minas de Burgos, de la Sociedad Española de Petróleos, Hulleras del Esla y Echevarría y Picavea, de la Papelera Vizcaína, de la Sociedad Alhemeyer, de Eléctrica Hispánica (de la que fue presidente), de la Sociedad Española del Acumulador Tudor y de Sulfatos Españoles.
Fue vocal propietario en el consejo del Banco de Bilbao desde febrero de 1901. Tras la fusión con el Banco del Comercio en ese año continuó siéndolo hasta el 17 de julio de 1920. También fue promotor y consejero del Banco de Burgos.
Invirtió también Echevarría en la compra y especulación de terrenos. Concentró sus intereses, primero, en terrenos colindantes a sus fábricas; y después, en la zona del Ensanche bilbaíno, donde fue propietario de amplios terrenos: Abando, Gran Vía, Rekalde, Indautxu hasta la calle Gordóniz, a la que trasladó su residencia.
En 1886, fue uno de los organizadores de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Bilbao, en cuya primera Junta Directiva fue Contador y presidente de la Comisión de Aduanas y Ferrocarriles. En 1894 participó en la creación de la Liga Vizcaína de Productores, de cuya Junta Directiva fue Tesorero hasta 1905, y Presidente a partir de esta fecha y hasta su muerte. Presidió activamente la Agrupación de Sociedades Anónimas del Norte de España, surgida en 1907, y la Sociedad Económica de Amigos del País de Vizcaya, de la que fue Presidente.
Federico Echevarría desplegó también una significativa carrera política, que inició como regidor del Ayuntamiento de Bilbao, en 1872 y 1873, y concejal del mismo, entre 1874 y 1876, año en que dimitió para optar a integrar la Diputación de Vizcaya por el bando gamboíno.
En 1884 pertenecía ya al Comité Liberal de Bilbao. Fue uno de los más significados líderes del liberalismo vizcaíno, fue Diputado por Bilbao en 1899, Senador por Bizkaia en 1901 y 1910, y entre 1916 y 1918, y Senador por la Sociedad Económica de Amigos del País de León desde 1918 hasta 1923.
Falleció en Bilbao, el 30 de enero de 1932 con 92 años.
Eduardo J. Alonso olea