El edificio de Correos ocupa el frente de una manzana del Ensanche, con su fachada principal hacia la Alameda Urquijo y las laterales hacia las calles Bertendona y Euskalduna. Posteriormente un estrecho callejón lo separa del Teatro Campos Elíseos. Fue proyectado por Secundino Zuazo en 1927.

En 1925 se celebró en París la Exposición Internacional de las Artes Decorativas e Industriales Modernas, que tuvo gran influencia en la arquitectura española y los jóvenes arquitectos que fueron adoptando una actitud más racionalista en sus proyectos. En  esas fechas estaba en construcción el Palacio de la Música en Madrid, proyectado por Zuazo, quien a su vez visitó esa exposición y realizó un viaje a Holanda.

Por la definición de un volumen compacto y por la composición de sus fachadas, con la principal ligeramente curva acomodándose a la alineación del solar y achaflanada en sus laterales, puede considerarse como el primer ensayo de carácter urbano de Zuazo tras su viaje a Holanda. Se refleja al exterior la simetría de la composición interior, sin perder la unidad de sus tres cuerpos fundamentales. El tratamiento de los materiales, especialmente el ladrillo, y la limpieza de los paramentos hacen referencia a arquitectos holandeses como Berlage y Dudok.

Su simetría y el acceso a través del eje principal con el tratamiento barroco de la portada destacan su vocación de objeto urbano. La integración de los materiales de las fachadas (zócalo de piedra artificial, ladrillo visto y revoco) y la solución de los chaflanes laterales en esquina suponen interesantes aportaciones arquitectónicas de Zuazo. Además la cubierta inclinada, apoyada sobre un sotabanco y rematada en un gran alero del más puro estilo montañés, acrecienta su personalidad. Posteriormente se abrió un nuevo acceso en uno de los chaflanes laterales.

Concebido como un bloque compacto, muestra el valor urbanístico de la arquitectura, adaptando de manera progresiva los valores tradicionales y evitando la experimentación.

Tras titularse en 1913 Secundino Zuazo desarrolló casi toda su actividad profesional en Madrid, dedicado a la arquitectura y el urbanismo.

En Bilbao organizó el Plan de Reforma Viaria Parcial, que no se llevó a cabo. Fue autor del edificio de Correos en Bilbao y del Frontón Jai Alai en Gernika.

En Madrid planteó estudios urbanísticos sobre la Prolongación de la Castellana, proyectando además el Palacio de la Música, la Casa de las Flores, los Nuevos Ministerios y el Frontón Recoletos, entre otras obras. Fue deportado a las islas Canarias tras la Guerra Civil, donde escribió sus “Memorias”.


Francisco J. García de la Torre y Bernardo I. García de la Torre