El Eco Vascongado fue el título del diario que, durante apenas un año, sustituyó al también diario bilbaíno Euscalduna, que se había dejado de publicar en junio de 1860, antes de que éste iniciase su segunda época. Fue su editor responsable desde que se inicia la publicación, en agosto de 1860, el impresor Miguel de Larumbe, que fue sustituido en 1861 por José de Abaitua, momento en el que se presenta abiertamente como un “periódico político”, y de ideología católica, de manera que consiguió que prácticamente todos los sacerdotes vizcaínos se suscribiesen al diario. Su postura es también antiliberal y ruralista, la que mantendrá también el renacido Euscalduna en su segunda época, a partir de octubre de 1861, una vez desaparecido El Eco Vascongado.
Javier Díaz Noci