En 1922, y ante la creciente presencia de las mujeres en la vida pública y política, el Partido Nacionalista Vasco propició la creación de una asociación femenina que acogiera las aspiraciones participativas de las mujeres nacionalistas vascas. Emakume Abertzale Batza nació de la mano la Juventud Vasca y tuvo como principal promotor a Eli Gallastegi. Se trató de una asociación totalmente subordinada al EAJ-PNV y desde sus inicios tuvo como misión la difusión del nacionalismo vasco. La primera presidenta de EAB fue Carmele Errasti, pero su presidencia duró a penas un año ya que en 1923, EAB fue ilegalizada junto con otras asociaciones y partidos políticos de carácter nacionalista.

Con la llegada de la II República las "emakumes" volvieron a constituirse como asociación nacionalista. A partir de este momento, el protagonismo de las "emakumes" creció exponencialmente el EAJ-PNV. Mujeres como Polixene Trabudua, Hydeen Agirre o Sorne Unzueta se convirtieron en grandes propagandistas del nacionalismo vasco. Durante esta nueva etapa podemos apreciar una mayor presencia de las mujeres en los actos del EAJ-PNV aunque en ningún caso se le permitió participar en las decisiones políticas del partido. 

Con el inicio de la Guerra Civil muchas "emakumes" realizaron labores de asistenciales en el frente y en la retaguardia. En 1937, cuando las tropas sublevadas del general Franco entraron en Bilbao, muchas de estas mujeres tuvieron que marchar al exilio por sus actividades políticas. En otros muchos casos fueron represariadas y soportaron penas de cárcel.

La actividad de EAB desapareció en Bilbao durante la dictadura aunque la asociación permaneció activa en el exilio.


 


María José Villa Rodríguez