Facundo Perezagua es conocido por ser el primer líder socialista de Bizkaia y por conducir al partido a la hegemonía del movimiento obrero en la zona.

Perezagua nació en Toledo en 1860 en el seno de una familia trabajadora. Pronto marchó a Madrid, donde entró en contacto con el incipiente socialismo español, donde militará desde su fundación en 1879. Perezagua participó en algunos de los hitos del socialismo español, como su primera interlocución con las autoridades liberales durante las sesiones de la Comisión de Reformas Sociales en 1884. Aquí participó en calidad de representante de la Sociedad de obreros del metal “El Porvenir”. En su alocución Perezagua destacó ya por su palabra fogosa y directa, por su denuncia de las condiciones de los trabajadores, y por su total desconfianza hacia los sectores de la burguesía.

En 1885 se trasladó a Bilbao junto con su mujer, Dolores Alipienza. Aquí entró en contacto con las sociedades de resistencia artesanas, y en 1886 fundó la Agrupación Socialista de Bilbao. Sus primeros años fueron de escasos éxitos, pero en 1890 el triunfo de la gran huelga minera le situó a él y al partido socialista en la primera línea política vizcaína. La huelga la iniciaron los mineros de las minas de Triano-Somorrostro, pidiendo una reducción de jornada laboral y el fin de los barracones y cantinas obligatorias. La actuación de Perezagua le encumbró como líder y consiguió la consolidación del partido en esta zona.

Perezagua logró la adhesión de los mineros entre otras razones porque reivindicaba la cultura obrera (en esto diferenciandose del socialismo madrileño, cuya base la componían fundamentalmente artesanos). Así, la rudeza de sus maneras (conocidos son los altercados que protagonizó con los representantes de los partidos burgueses siendo concejal en el gobierno municipal de Bilbao); la reivindicación de la acción sobre la teorización política; o el propio hecho de regentar una taberna en Bilbao son elementos centrales que hicieron que muchos obreros lo sintieran como su “líder indiscutible”.

Este liderazgo duró durante toda primera etapa del socialismo vizcaíno, hasta 1914, y nos dejó anécdotas como cuando durante un acto en el Teatro Romea fue apresado y todo el barrio de San Francisco se amotinó para impedir su encarcelamineto (El Noticiero Bilbaino, 2-6-1891). Tal fue su influencia sobre el colectivo obrero que la propia patronal hubo de reconocer que  “Perezagua era el más prestigioso de los socialistas de Vizcaya (…). Su influencia sobre los mineros aparecía marcadísima”.

En cuanto a su actividad política, en las elecciones de 1891 Perezagua consiguió ser uno de los primeros concejales socialistas elegidos tras la reciente aprobación del sufragio universal masculino un año antes. No puede tomar su acta por no ser propietario.

En 1895 volvió a resultar elegido y esta vez sí pudo tomar su acta de concejal del Ayuntamiento de Bilbao, ya que pasó a regentar una taberna y por tanto aparecía censado como comerciante. Desde este cargo impulsó iniciativas de carácter social, como la abolición de impuestos perjudiciales para las clases trabajadoras, e impulsó el salario mínimo para los trabajadores municipales, la creación de asilos para ancianos e inválidos, la creación de casas de maternidad para mujeres trabajadoras o reformas en las escuelas públicas de educación infantil.

Con el cambio de siglo Perezagua comenzó a ser cuestionado dentro del partido. 1903 es un año especialmente convulso, cuando se produjeron de manera casi simultánea los sucesos anticlericales con ocasión de la coronación de la Virgen de Begoña, la huelga minera y la fundación de Juventudes Socialistas. Todo ello era sintomático del empuje de una nueva forma de entender el socialismo y la propia lucha obrera. Las constantes derrotas electorales sufridas en las elecciones llevaron a un sector crítico, capitaneado por Felipe Carretero, a pedir un cambio de estrategia. Aún así, hasta 1910 Perezagua capitaneó el partido y lideró la última gran huelga minera, que ganó.

En 1913 sufrió una moción de censura en el partido socialista tras haber acusado a Felipe Carretero de corrupción por un asunto de lavaderos públicos. Un año más tarde fue expulsado del partido. Concurrió a las elecciones locales con su propia lista, logrando todavía votos en el barrio de Las Cortes.

En 1921, en el contexto de la lucha entre la II Internacional y la recién inaugurada III Internacional, Perezagua participó en la fundación del Partido Comunista español.

Facundo Perezagua murió en Bilbao el 29 de abril de 1935, aunque la noticia no se hizo pública hasta el 1 de mayo, queriendo dar un simbolismo especial a la muerte del primer líder socialista de Bizkaia. Su funeral fue un acto multitudinario.

En su honor, durante la Guerra Civil, se nombró con su nombre al batallón 10 del Partido Comunista.


Sara Hidalgo García