Isozaki Atea es un conjunto edificatorio ubicado en el Paseo de Uribitarte que combina usos residenciales y de oficinas, ocupando el espacio del antiguo Depósito Franco en la margen izquierda de la ría. Con este proyecto de los arquitectos Arata Isozaki e Iñaki Aurrekoetxea (IA+B) inaugurado en 2008, se acometen definitivamente dos necesidades urbanísticas de la ciudad: la apertura del Ensanche hacia la ría y la unión de las tramas urbanas de sus márgenes, Abando y Campo de Volantín. La obra dota, por tanto, a la ciudad de un acceso directo al Paseo de Uribitarte a través de una escalinata monumental integrando a su vez la pasarela Zubi-Zuri y generando en el entorno un complejo de espacios públicos.
Arquitectónicamente, las dos torres de nítida volumetría enmarcan esta nueva puerta (Atea) de la ciudad del siglo XXI. El resto de edificaciones de menor altura se disponen en forma de biombo.
Una de las torres penetra en la prolongación de la pasarela para dar la mayor diversidad de conexión entre ambos lados de la ría. Al otro lado, en el interior del antiguo Depósito Franco, (obra del arquitecto Gregorio Ibarreche) además de ubicar la segunda torre se organizan otros bloques colocados en forma de biombo. Esta disposición convierte el antiguo edificio en un recinto totalmente abierto, conservando parte del perfil de su antiguo trazado.
Se construye una gran escalinata de 70 metros de longitud, similar en dimensiones a la de la Piazza d’Espagna en Roma, para conectar los dos niveles. Bajo ella, se sitúan los viales de comunicación y los sótanos de aparcamientos. A ambos lados, las dos torres de vidrio paralelas se elevan por encima de los 80 metros para conformar la nueva “puerta” de la ciudad, la conexión entre el Ensanche y la ría.
La estructura del conjunto, proyectada por Robert Brufau, supuso un gran desafío constructivo al encontrarse la nueva construcción situada parcialmente sobre el antiguo edificio del Depósito Franco, cuyos sótanos se aprovecharon. Asimismo se incorporó un nuevo nivel de aparcamientos y comercios y dos torres que, por su magnitud, cada una de ellas forma una unidad independiente. Completan el conjunto los bloques de viviendas articulados en varios volúmenes (edificio biombo) sobre el propio Depósito.
En el nivel de sótano -1 se construyó uno de los elementos más singulares: una gran losa postesada que hiciera posible el cambio tipológico entre la estructura existente y el nuevo edificio, posibilitando el apoyo de toda la retícula de pilares superiores. En los niveles altos se utilizaron estructuras de poco peso con forjados ligeros.
La cimentación bajo las torres se realizó mediante muros pantalla perimetrales y pilotes de gran diámetro que transmiten el peso de los edificios hasta el nivel de roca. La estructura superior se compone de un núcleo rígido central y estructura mixta hormigón-metálica.
Francisco J. García de la Torre y Bernardo I. García de la Torre