Nació en Bilbao el 3 de febrero de 1799, hijo
de Pascuala Teresa Bengoa y Juan Bautista Arana, vecinos de la villa. Durante
el trienio perteneció a la milicia nacional de Bilbao y participó en la columna
destacada en Galdakano contra los realistas. En 1841, a raíz de la sublevación
fuerista contra Espartero y del consiguiente fracaso, fue condenado a una multa
de 1000 reales. Su tendencia política, pudiera inscribirse en el amplio abanico
del fuerismo liberal.
Fue nombrado alcalde de Bilbao el 28 de abril de 1859 relevando en su puesto
como alcalde a Juan Antonio Urigüen. La ampliación de límites
jurisdiccionales de la villa, fue uno de los temas estrella de su mandato, ya
que la vecina localidad de Abando comenzaba a despuntar como ciudad urbana
alternativa a Bilbao y sede de las modernas infraestructuras de comunicación
con las que se dotaban las ciudades.
En octubre de 1860 el teniente alcalde Leonardo Landazuri (15.10.60) se
trasladó a Madrid y más tarde Rafael Uhagón, para tratar el asunto de los
límites. Fidel Sagarminaga le notificó que el proyecto fue aprobado por unanimidad
en el Consejo Real y que en octubre iniciaba su trámite legal en las Cortes.
Las principales disposiciones del anteproyecto de ley eran la siguientes: se
anexionan a la villa las anteiglesias de Abando, Begoña y Deusto, formando una
sola municipalidad; los términos judiciales del nuevo municipio los
arreglará Bilbao con los pueblos colindantes; Bilbao se hará cargo de las
deudas de los demás y regirán las normas del fuero en cuanto a herencias,
entronques, etc en las anteiglesias.
En cuanto a la remodelación de la infraestructura urbana, la corporación centró
su actividad en proyectos de reciente aprobación que habían de ser impulsados
por su gran trascendencia para la villa: el ferrocarril Bilbao-Tudela, cuyas obras habían dado comienzo en Abando, gestionándose entre los
distintos agentes implicados la habilitación de recursos para contribuir con
los gastos, así como las correspondientes expropiaciones para el trazado de su
línea; los cortes de la ría en Sendeja para mejora de la navegabilidad y de los
servicios marítimos y evitar riesgos de avenidas,
tramitándose con el Director General de Obras Públicas la posibilidad de
obtener cierta subvención, y, finalmente, la conducción y distribución de aguas
potables de Uzkorta y la Alberca. Dichas actuaciones gravaron considerablemente
los presupuestos municipales.
José Blas de Arana cesó en su cargo el 8 de noviembre de 1859 y le sustituyó Manuel María Gortazar.
Joseba Agirreazkuenaga