Gestor cultural y pintor bilbaíno del que destacan sus obras sobre
diferentes aspectos y costumbre de su ciudad.
Fue el hijo primogénito de seis hermanos del matrimonio formado por
Basilia Pérez de Nenin Urbieta y Joaquín Losada Casas, agente de comercio
aficionado a la pintura. Su familia se trasladó temporalmente a Santander
durante la Guerra Carlista de 1874. En 1881 enviaron a Manuel Losada a Bayona
para que perfeccionase su francés. A su regreso a Bilbao, siguiendo la
tradición familiar, inició los estudios de comercio. Asimismo acudió al taller
del pintor Antonio María Lecuona, se relacionó con diferentes artistas y
frecuentó el ambiente cultural de la época. Cantó como barítono en la Sociedad Coral, acudió al Kurding
Club o a las veladas musicales de Juan Carlos de Gortázar Manso de
Velasco.
En 1887 completó su formación en París gracias a una beca de la
Diputación de Bizkaia, que amplió en 1890 con la ayuda de Manuel María de
Gortázar Munibe, protector de artistas y padre de Juan Carlos de Gortázar. Allí
viajó con Anselmo Guinea, estudió en los talleres de Bouguereau y Carrière y
estuvo al tanto de las novedades del momento. También conoció al escultor
afincado en la capital francesa Francisco Durrio, quien le introdujo en los
ambientes artísticos de la ciudad, al pintor Ignacio Zuloaga, con quien
compartió estudio por poco tiempo, así como a los también pintores Ramón Casas
y Pablo Uranga.
En 1893 se estableció definitivamente en Bilbao donde abrió su estudio
en la Gran Vía primero, y más tarde en la calle Arbieto. En su estudio se
formaron, entre otros, los pintores Juan de Echevarría y Gustavo de Maeztu.
En 1897 se casó con Gregoria Moya Odriozola con quien tuvo tres hijos:
Flora, Alberto y Maritxu. En 1917 la familia se trasladó a vivir a Begoña, a
una casa que diseñó el arquitecto Pedro Guimón y que el pintor se encargó de
decorar.
Expuso en Madrid (Exposición Nacional de Bellas Artes en 1887), París (X Exposition des Peintres Impressionnistes et Symbolistes en Galería Le Barc de Boutteville en 1895, Galería Silberberg en 1902, Salón de los Independientes en 1903, Salón de Otoño de 1923 y 1924), Barcelona (III y IV Exposición de Artes e Industrias Artísticas de 1896 y 1900), Venecia (Bienales de 1905 y 1907), Pittsburg (Bienal del Carnegie Institute en 1924) y, sobre todo, en Bilbao y otros municipios vascos. En la capital vizcaína fue el promotor de las exposiciones de arte moderno que se organizaron entre 1900 y 1910. Asimismo viajó por Francia, Italia y Bélgica.
Entre sus obras cabría destacar una obra mural de 1894 para el Kurding
Club, del que fue socio fundador junto con Ignacio Zuloaga y Anselmo Guinea que
también decoraron el local. En 1915 pintó un lienzo de grandes dimensiones con
motivos taurinos para el Club Cocherito de
Bilbao. También ilustró varios libros como Memorias
de un bilbaíno de José de Orueta en 1930. En 1911 realizó los decorados y
figurines de la ópera Itsasora de su
amigo Resurrección María de Azcue, que la Sociedad Coral estrenó en el Teatro
Arriaga bajo la dirección de Jesús Guridi. Otro tanto hizo con la novela de
costumbres de 1914 Malina de Oscar
Rochelt, que tuvo un gran éxito en la época.
En 1901 fue nombrado vocal de la Escuela de
Artes y Oficios de Bilbao, y en 1908 académico de la Real Academia de
Bellas Artes de San Fernando de Madrid y miembro de la Comisión de Monumentos
de Vizcaya. Colaboró en la creación de la Asociación de Artistas Vascos (1911)
y del Museo de Bellas Artes de Bilbao, del que fue nombrado director en 1913. En
1927 asumió la dirección del Museo de Arte Moderno de Bilbao, en sustitución de
Aurelio Arteta, quien había dimitido de su
cargo.
Durante la Guerra Civil se opuso a la evacuación del Museo de Bellas
Artes de Bilbao, que se encargó de custodiar en el Depósito Franco de
Uribitarte donde se trasladó para su seguridad. Mientras que el Museo de Arte
Moderno se llevó a Francia. Al terminar la guerra regresaron las colecciones
del Museo de Arte Moderno que, junto con las del Museo de Bellas Artes, Losada se
encargó de reubicar ante la falta de un espacio adecuado para ellas.
En 1939 dejó de ser director del Museo de Arte Moderno de Bilbao, cargo que asumió Joaquín de Zuazagotia. En 1944 fue nombrado presidente de honor de la Asociación de Artistas Vascos. Fue director del Museo de Bellas Artes de Bilbao hasta su muerte en 1949, a los 84 años de edad.
Francisco Javier Muñoz Fernández