Miguel Medina

Médico que, al finalizar los estudios de licenciatura, tuvo que emigrar a Francia por razones políticas. Su exilio le permitió llegar a París y aprender allí una nueva forma de practicar la Medicina, basada en datos objetivos. Se estableció en Bilbao el año 1825 y fue nombrado médico municipal, en diciembre de 1826, cuando iniciaba su actividad el nuevo Hospital de Atxuri (Santos Juanes).

Se distinguió por su labor durante las epidemias de cólera que afectaron a la Villa y por su actividad en el hospital durante la guerra y los sitios que sufrió Bilbao. Su salud comenzó a resentirse cuando contaba 55 años de edad, dificultándole sobre todo los desplazamientos necesarios para visitar a los enfermos en su domicilio; lo que le llevó a solicitar la jubilación por enfermedad y a llegar un curioso acuerdo con el Ayuntamiento bilbaíno: Medina iba a conservar un salario anual de 5.000 ducados, pero liberado de sus obligaciones en la asistencia domiciliaria, quedando sus obligaciones limitadas a la asistencia a los enfermos ingresados en el Hospital Civil.

Con motivo de la epidemia de cólera de 1854-55, trabajó sin descanso durante cuatro meses en el hospital a pesar de su edad y su deficiente estado de salud, pues necesitaba de la ayuda de otra persona para recorrer el corto trayecto desde su domicilio hasta el hospital.