La ausencia de condicionamientos topográficos ha posibilitado el desarrollo de las actividades económicas y la expansión urbana en la vega de Deusto, donde han convivido dos realidades bien diferenciadas: una ribera portuaria e industrial, funciones que ha mantenido hasta finales del pasado siglo, y una zona alta rural hasta la consolidación del proceso de urbanización a mediados del XX.
Las riberas de la ría sirvieron desde antiguo para levantar gradas y construir embarcaciones. Así fue en la orilla de la vega de Deusto, desde el paraje de La Cava hasta alcanzar los llamados pontones de Deusto -frente a la futura factoría naval Euskalduna-; también se levantaron astilleros en la ribera bajo la ermita de San Miguel, posterior emplazamiento del palacio Zubiría y actual Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de Sarriko, suelos de marismas y junqueras hasta el siglo XVIII. En dichos suelos intervino el Consulado de Bilbao al objeto de crear zonas de muelles y servicios para las embarcaciones. A lo largo del siglo XVIII se llevó a cabo la formación y reposición de muelles desde La Cava y La Botica hasta enlazar con el monte Cabras; se ensanchó el canal de la ría y se fue mejorando el camino de sirga de esta margen derecha, desde el monte Cabras hasta La Salve. Los barcos de mayor calado permanecían en los fondeaderos de Olabeaga y Zorrotza, desde donde se transportaba la carga en gabarras, “a la sirga”, por el mencionado camino para descargar en los muelles del Arenal y de Ripa.
En torno a mediados del siglo XIX, a estos astilleros de Abando y Deusto se vinculaban talleres auxiliares que disponían de un amplio abanico de trabajadores (cordeleros, calafates, herreros, etc.). La fábrica Bilbao Goyoaga había iniciado en 1833 su actividad en la ribera de Deusto, dedicándose a equipar las embarcaciones (velas, lonas, fundas de botes, banderas). Y comenzaban a apuntarse ciertos cambios. En 1860 Agustín Cortadi emprendía, en la orilla baja de San Miguel, la reparación y construcción de remolcadores y gabarras de hierro y acero.
Para estas fechas se había formado ya un caserío en hilera en esta ribera, que compartía funciones portuarias y mercantiles con Olabeaga, en la margen contraria. Funciones diferenciadas de las agrícolas del resto de la anteiglesia, cuyas producciones servían para surtir al centro urbano bilbaíno. La materia prima de esta vega también sirvió para la implantación de una industria de conservas alimenticias, pionera en el País Vasco. En 1850 se implantaban los dos primeros establecimientos conserveros, uno en Hondarribia y otro en Deusto. Y ligada a estas actividades, que fueron difundiéndose en este entorno, nacía en Botica Vieja en 1858 la fábrica de Ricardo Rochelt, dedicada a la importación de hoja de lata.
Durante el proceso de industrialización moderna (1876-1930) se constituyó un significativo asentamiento industrial en Olabeaga, Zorrotza y la ribera de Deusto. En torno a 1880 éste barrio era ya con diferencia el de mayor entidad y más poblado de la anteiglesia con sus 1.082 habitantes, de un total de 2.396. En adelante, fueron levantándose a lo largo de la ribera hasta alcanzar Elorrieta, entre otros: Talleres de Deusto (1891), Tubos Forjados (1892), Talleres Ibaizabal (1919), Galletas Artiach (1922), Coromina Industrial (1923). A éstos se sumó la tradicional construcción naval (Sociedad Hijos de A. Cortadi y Compañía, Taller de Elías Uresandi, Talleres Bengoechea Hermanos). De ello se deriva el crecimiento demográfico experimentado en Deusto, que casi duplicó su población entre los años 1900 y 1920, al pasar de 4.142 habitantes a 7.911.
Tras la anexión de Begoña, Deusto y Lutxana (Erandio) a Bilbao en 1925, se formularon las bases para un plan de extensión de la ciudad. De la redacción del proyecto final del Plan de Extensión Urbana de la Villa (1927-1929) fueron directamente responsables el Ayuntamiento de Bilbao y la Junta de Obras del Puerto. Se impuso el modelo de ciudad portuaria, se proyectaron los nuevos puentes de Buenos Aires y de Deusto como móviles para facilitar el paso de embarcaciones y se modificó el ensanche de Deusto para incluir el ya proyectado canal de Deusto de la Junta de Obras del Puerto.
Durante la etapa de 1940-1975 se consolidaron las funciones urbano-industriales en la ribera de Deusto. La industria fue asentándose y/o ampliando sus instalaciones desde Botica Vieja hasta Zorrotzaurre: el Taller de Juan Muñoz Mendizábal, conocido como “El Tigre”, Cadenas Vicinay, Talleres Zar, Industrias Beta, Saft Nife España, Cromoduro, Tarabusi o Mefesa. El canal de Deusto se hizo realidad en 1968, dando lugar a la península de Zorrotzaurre.
Tras las graves consecuencias de la crisis económica, comenzaron en los años noventa las actuaciones de reestructuración y regeneración urbana en áreas de intensa ocupación industrial y portuaria afectadas por la degradación, es el caso de Zorrotzaurre. Esta península, de compleja problemática, se transformará en una isla de usos fundamentalmente residenciales y terciarios.
Susana Serrano Abad