Rufino Laiseca nació el 22 de diciembre de 1872 en Bilbao. Su hermano fue Julián Laiseca, barbero de profesión, miembro del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y que concurrió en las elecciones de 1915 alineado con el grupo de socialistas autónomos liderados por Facundo Perezagua. Rufino Laiseca, cuya profesión era la de tipógrafo, trabajó en el periódico La Voz de Vizcaya. La ideología política de Laisaca se enmarca dentro de la corriente socialista liderada por Indalecio Prieto. A partir de 1907, Rufino Laiseca, junto con Felipe Carretero, lideraron la corriente socialista que buscaba la aproximación a los republicanos, dotándole al socialismo bilbaíno de la dimensión política que le había faltado hasta ese momento, ya que la lucha prioritaria de los socialistas se ceñía a las reivindicaciones laborales mediante la oposición frontal a la burguesía. En el seno del PSOE se inscribió en la corriente reformista que lideró I. Prieto, y que consistía en la defensa de una estrategia negociadora para procurar y obtener el reconocimiento de la fuerza obrera frente a la patronal. Procuró fomentar en todo momento una labor mediadora en los conflictos obreros. De este modo, durante las huelgas de 1919 y 1920, Laiseca destacó por buscar soluciones negociadas que evitaran el enfrentamiento con el fin de obtener el reconocimiento de las organizaciones obreras.
Durante la Segunda República, en 1931, fue nombrado presidente de la Comisión Gestora de la Diputación Provincial de Bizkaia. En 1935 fue elegido secretario de la Agrupación Socialista de Bilbao y fue uno de los interlocutores en la comisión para la elaboración del Estatuto de Autonomía. Al término de la Guerra Civil se exilió en Francia, y en 1942 se estableció en México donde murió el 14 de octubre de 1945.
Después de una dilatada presencia como concejal en el consistorio bilbaíno, Laiseca fue nombrado alcalde de Bilbao el 1 de abril de 1920. El mandato de Laiseca se significó por la labor de mediación que llevó a cabo en una coyuntura de intensa conflictividad social. El alcalde mediaba permanentemente en numerosos conflictos y huelgas, ejerciendo una competencia otorgada por el ordenamiento jurídico. Otro de los rasgos de la gestión socialista fue la contención del precio de los bienes de subsistencia. La política social llevada a cabo por el Ayuntamiento durante esta época tuvo como resultado no sólo la congelación del precio del pan, sino que también se municipalizó el servicio de los mataderos y se renegoció el suministro gratuito de medicamentos a los pobres. En el apartado de la educación, durante su mandato se impulsará la creación de una Universidad Técnico-Industrial y de una Escuela Náutica en Bilbao. La educación femenina también se vio reflejada en los proyectos municipales, lo que se plasmó en el nombramiento de la maestra Concepción Saiz como directora de la Escuela práctica de la Mujer, donde se impartían clases diurnas y nocturnas.
El 31 de marzo de 1922 abandonará su cargo como alcalde y será sustituido por el monárquico Juan Francisco Arancibia Lebario.
Joseba Agirreazkuenaga