En el año 1924 se constituyó una sociedad integrada por obreros y empleados, sobre todo, del ayuntamiento de Bilbao, con el nombre de Cooperativa de Casas Baratas Arabella. Adquirió 7.075 m2 de suelo en Begoña, enclavado en una zona alta, bien orientada, con cierto declive, forma irregular, y topografía accidentada. El costo fue de 43.740 pesetas. El diseño le fue encargado al arquitecto bilbaíno Tomás Bilbao y Hospitalet, con una solución de viviendas unifamiliares y bifamiliares, con jardín delantero y huerto posterior, agrupadas en hileras. Además proyectó un edificio de consumo o social fueron 35 viviendas unifamiliares con pórtico, comedor, un dormitorio, cocina, despensa y retrete en planta baja y cuatro dormitorios además de un ropero en el piso superior. El presupuesto total fue de 552.792 pesetas. El edificio social albergaría la cooperativa de consumo de la sociedad.
Para la construcción recibieron préstamos de la Diputación de Bizkaia además de una prima, y un crédito del Estado con una prima de la construcción, en total 511.307 pesetas. La distribución de las viviendas fue irregular al adaptarse a la orografía de la zona y a la proyección de un eje central, es decir, no usaba la planimetría radial sino lineal cerrada, en manzana, cuyas viviendas ocupan el perímetro del terreno rodeando a una hilera de viviendas en su interior. Están construídas, en diferentes cotas, uniéndose a través de escaleras. Eje que dividió en dos el barrio, sirvió de enlace entre el edificio social y su acceso principal. La barriada quedaba coronada con una plaza circular en la que confluía la calle principal y delimitada por otra vial que la bordea y servía en determinados puntos de mirador.
Tengamos en cuenta que Arabella se trataba de la cooperativa de cota más alta en el monte Artxanda y cercana al depósito de aguas de Begoña. Se debía de acceder por unas empinadas escalinatas hasta salvar el muro de contención que alberga la urbanización. Tomas Bilbao fue capaz de conjugar armonía y sobriedad con pintoresquismo, enmarcando un paisaje urbano íntimo y personal diferenciado de la trama urbana principal. Destaca la concepción del sistema de recorridos que formula el arquitecto para enfatizar las fachadas principales, se observa la claridad de interconexiones entre vivienda, equipamientos y servicios que se apoyan en el sistema de recorridos. La capacidad espacial es más humilde que la que desarrolla Bilbao en el barrio de Zurbaran. Demuestra sus conocimientos arquitectónicos y urbanísticos de la city garden de Howard. Desarrolla una solución en fachada original, al dividirla en tres tramos, los laterales sobre el que se apoya en el piso superior un mirador balcón, pero es en la calle central donde recae todo el protagonismo de la fachada basándose en proporciones y elementos clásicos sobre un cuerpo bajo rectangular.
Luis Bilbao