Tomás Pero-Sanz Zorrilla

[ Bilbao (Bizkaia), 1893-05-17 - Bilbao (Bizkaia), 1959-07-01 ]
Alcalde de Bilbao 20.02.1941-6.11.1942

Tomás Miguel Pascual Santiago Pero-Sanz Zorrilla nace en Bilbao el 17 de mayo de 1893 en el seno de una familia dedicada al comercio, siendo sus padres, Anastasio y Victoria, naturales de la provincia de Burgos. Al igual que su padre, Tomás y sus hermanos se dedicaron también a actividades comerciales, creando para ello “una compañía mercantil regular colectiva con la razón social “PERO-SANZ HERMANOS”.  Una vez cesó en su cargo como Alcalde Tomás Pero-Sanz desapareció de la vida política. Durante los últimos años de su vida participó activamente  en agrupaciones de carácter religioso. De hecho, son esta actividad religiosa y la inauguración de templos en Bilbao los motivos de sus apariciones públicas hasta su muerte en enero de 1959, a la edad de 66 años.

Cuando Tomás Pero-Sanz llega a la alcaldía de Bilbao, el 20 de febrero de 1941, la capital vizcaína es una ciudad vencida y estancada económicamente. En esa situación empieza su andadura la nueva corporación. Siguiendo con las prioridades políticas de los consistorios precedentes y con la política estatal durante estos años, la exhibición de la victoria y el sometimiento de los vencidos son parte de las grandes prioridades del nuevo régimen. Durante el mandato de Pero-Sanz se sucedieron los desfiles y fastos de los años 1941 y 1942, y en ambos casos, en el marco del llamado “nacionalcatolicismo”, la corporación tuvo un lugar señalado en estos actos, llegando a prometer públicamente el alcalde en 1941 la defensa, “si fuera preciso hasta el derramamiento de nuestra sangre”, del dogma de la Asunción de la Virgen.

En un contexto de miseria y hambre el ayuntamiento puso en marcha medidas de asistencia benéfica, que se complementaron con la desarrollada por Auxilio Social. En cualquier caso, ni la iniciativa municipal ni la estatal solucionaron una pobreza extendida por toda la ciudad provocada por la política económica del nuevo régimen. En la beneficencia municipal sobresale el Albergue de Elejabarri. Ahora bien, además el Ayuntamiento colaboraba en el mantenimiento de otras instituciones benéficas como el Asilo de Huérfanos de Bilbao, el Asilo de San José de Erandio, el Asilo de Nuestra Señora de Begoña, la Junta Provincial de Menores y el colegio de Sordomudos y Ciegos. También tenía el Ayuntamiento a su cargo el Cuerpo Médico de la Beneficencia Municipal, encargado de la asistencia domiciliaria a los enfermos pobres, en el marco de una red de asistencia entre cuyos objetivos estaba disciplinar y controlar los comportamientos de la población de la ciudad.

En cuanto a las obras públicas, el consistorio bilbaíno, con una hacienda esquilmada y raquítica, se va centrar en proyectos concretos y modestos, como la inauguración del puente General Mola, el allanamiento de la Plaza Moyúa (Circular) o la mejora de alumbrado en los puentes. En 1941 se reanudan las obras de la estación de Abando, y también durante estos años se barajan proyectos de otras infraestructuras, como obras en el canal de Deusto, o el del ferrocarril Trespaderne – Areta. Ya en el plano local, también hay que mencionar la puesta en marcha de la Empresa Mixta de Transportes Urbanos. Ahora bien, el hacinamiento urbanístico de gran parte de las familias trabajadoras siguió siendo un problema clave, y las débiles iniciativas puestas en marcha para desarrollar nuevas viviendas, como la institución “Viviendas del Excelentísimo Ayuntamiento de Bilbao”, se orientaron a premiar la fidelidad al nuevo régimen de algunos sectores de población, sin contribuir a solucionar la situación de las familias más necesitadas.

Durante este periodo también asistimos a la emergencia de las tensiones políticas entre las familias del régimen, algo que se visibilizó en el atentado de Begoña, el 15 de agosto de 1942, en el que un grupo de falangistas lanzó dos granadas contra la multitud, dirigida sobre todo contra dirigentes y bases del carlismo. Durante septiembre y octubre son numerosas las sesiones que no llegan a celebrarse al no aparecer un número mínimo de concejales, y en bastantes ocasiones es el propio alcalde el que no acude. Así las cosas, en noviembre de ese año el Gobernador Civil decide renovar la comisión gestora del ayuntamiento, de la cual salen el propio alcalde, Joaquín Zuazagoitia Azcorra, y todos los concejales de procedencia carlista, excepto Pascasio Echarri.

Fernando Mandiola

Bibliografía

    MANDIOLA, F. “Tomás Pero-Sanz” en AGIRREAZKUENAGA, J. Y URQUIJO, M. Bilbao desde sus alcaldes. Diccionario Biográfico de los alcaldes de Bilbao y gestión municipal en la Dictadura. Vol III. Bilbao: Ayuntamiento de Bilbao, 2008, pp 215-240

     

Direcciones externas

Referencias documentales

     

    A.F.B.-B.F.A., Administrativo, R-00877/07, 1917-1938. A.H.E.B., Parroquia San Vicente Mártir de Abando, Bilbao. A.G.A., Sección de Interior, caja 2.553. A.F.N.F.F., 27.156.