Situación.- G4. Empieza.- Camino del Polvorín. Termina.- Basílica de Begoña.
Esta calle, en honor a la Virgen de Begoña, patrona de Bizkaia, lleva directamente hasta la Basílica.
Los orígenes de este templo son anteriores a la inauguración del actual. En la colina de Artagan, presidiendo la Anteiglesia de Begoña, había un pequeño templo. Era el Sagrario de Santa María de Begoña, que guardaba una imagen de la Virgen, de autor desconocido, pero cuya antigüedad se remontaba a la misma época en que se fundó la villa de Bilbao.La ermita estaba en un encinar, y fue dada en mayorazgo por el rey castellano Juan I a Pedro Núñez de Lara, Conde de Mayorga y Señor de Castroviejo, el 15 de mayo de 1382, y éste la cedió a su tío, Martín Sáez de Leguizamón, en septiembre del mismo año. Su fundación se atribuye al capitán Minaya, sobrino de la familia del Cid Campeador.
A principios del siglo XVI se inició la construcción del actual templo. En 1518 Martín Ruiz de Lezama cedió bajo escrituras, toda la piedra que se necesitase de sus canteras de Agirleta (Begoña), hasta que se terminara la obra, y en 1577 se contrató el campanario según proyecto de Martín de Garita y Rodrigo de la Cantera. Los planos de la nueva iglesia fueron trazados por el arquitecto Sancho Martínez de Asego en 1588, y el maestro cantero fue Juan de Uriona. En 1621, Martín Ibáñez de Zalbidea realizó el coro y en 1640 se contrató un nuevo retablo al arquitecto y escultor Pedro de la Torre; la ejecución la realizó el también arquitecto y escultor Antonio de Alloitiz, vecino de Forua. En 1711 se realizó el apeo del chapitel de plomo por Juan de Galartza y fue construido de nuevo por Martín de Torrezuri.
En 1738 las Juntas Generales del Señorío la proclamaron en Gernika, Patrona y Abogada de Vizcaya.
En el conflicto entre España y Francia, la Iglesia entregó la plata de las lámparas y otros objetos de valor para sufragar los gastos del Señorío.Como compensación, La Diputación, una vez terminada la guerra, le dio todas las barras de plata que tenía en su poder y no tuvieran dueño conocido.
El 5 de agosto de 1808 entraron en Bilbao las tropas del general Merlin, quien saqueó la villa durante 24 horas, asesinando al cura párroco y llevándose todo lo que había de valor en la Iglesia; según cuentan las crónicas, más de 600.000 reales en alhajas. Al final de la guerra, la torre de Begoña entró en el sistema defensivo de los franceses por lo que fue Begoña uno de los lugares donde más duro se combatió. El día 21 de junio de 1813 los franceses evacuaron definitivamente Bilbao.
Al morir Fernando VII, el 29 de noviembre de 1832, estalló la guerra civil entre los partidarios de Isabel II y los del infante Carlos. En el sitio de Bilbao por las tropas carlistas a las órdenes de Zumalacárregui, la iglesia de Begoña fue un objetivo de vital importancia para la artillería de las tropas sitiadas. Una vez levantado el sitio, con el pretexto de evitar que en otra guerra se volviera a utilizar contra Bilbao, se ordenó la demolición de la torre y se cerró la Iglesia. De nuevo las tropas carlistas se presentaron en Bilbao el día 23 de octubre de 1836. El general al mando de las defensas de la villa ocupó la Iglesia y, sus tropas, durante el asedio, quemaron toda la madera que había, incluios las imágenes y los altares, para calentarse y construir fortificaciones. La imagen de la Virgen se salvó porque la bajaron a la iglesia de Santiago. El 1 de agosto de 1841 se trasladó la imagen de la Virgen a su Santuario de Begoña. Las obras de la torre se subastaron en mayo de 1849; las realiza el arquitecto Antonio Armona y se terminaron en julio de 1850.
En la madrugada del 22 de diciembre de 1862 cayó un rayo sobre la torre y derribóa la cruz y la linterna, dos años más tarde, en marzo, José Mª de Eizaga subvencionó los gastos de la reparación, colocando una cruz dorada y un pararrayos por primera vez. El actual retablo es obra en 1869 de Modesto Echániz y la torre la terminó el arquitecto José María Basterra (Bilbao 1862-1934) a principios del siglo XX.
Durante la Tercera Guerra Carlista, el Santuario de Begoña se convirtió en fortaleza, siendo conquistado el día 3 de diciembre tras un fuerte tiroteo por las fuerzas liberales; Durante la contienda fue bombardeado, sufriendo grandes daños. En 1876 se comenzó la reconstrucción que se terminaría en 1881.
El 1900, año del centenario de la carta-puebla de fundación de la villa, se realizó la coronación de la Virgen de Begoña, el 8 de septiembre. La corona de la Virgen se hizo con las joyas que donó María de Aguirre y Aguirre, y la del Niño y el cetro por suscripción popular.
En 1738 las Juntas Generales del Señorío de Vizcaya reunidas en Guernica, recibieron a la Virgen de Begoña como Patrona y Abogada del Señorío, pero no se hicieron las gestiones necesarias para que Roma la proclamara oficialmente patrona de Vizcaya. Esta iniciativa surgió en 1901 por medio del alcalde de Begoña Carlos M. de Orúe, el párroco del Santuario Juan Cruz de Unzueta y del mayordomo Tomás de Maurica. A pesar de las dificultades del obispo de Vitoria, la Sagrada Congregación de Ritos declaró patrona de Vizcaya a la Virgen de Begoña en su sesión del 21 de abril de 1903.
La nueva torre se construyó entre 1903 y 1907, obra del arquitecto José María Basterra (Bilbao 1862-1934).
El Papa Pío XI en 1922 estableció como festividad de la Virgen de Begoña el día 11 de octubre.
Claudio Gallastegui compuso el himno:
Begoñako
Andra Mari
Bizkaiko zaindari
zure seme
maitaleak
zugana kantari.
En 1924 la Anteiglesia de Begoña se anexionó a Bilbao, siendo alcalde de la primera Luis de Lerchundi, y de la capital vizcaína Federico Moyúa.
En el nº 23 de esta calle, está la casa de Carlos Orúe, hoy del Instituto Social de la Marina, construido en 1911 en estilo neo-vasco por el arquitecto Manuel María de Smith.
En esta calle nació Juan Gardeazábal Garay, el día 27 de noviembre de 1923. Árbitro de fútbol en los campeonatos mundiales de Suecia (1958), Chile (1962) y Londres (1966).
Javier González Oliver