Walter Gropius, (Berlín, 18 de mayo de 1883. Cambridge -Massachusetts-, 5 de julio de 1969).

El arquitecto alemán fundador de la Bauhaus, y considerado como uno de los pioneros de la arquitectura moderna, influyó en el desarrollo de la renovación arquitectónica en Bilbao y el País Vasco durante la década de los treinta.  

El 10 de noviembre de 1930 Gropius llegó a Bilbao, invitado por los Amigos de las Conferencias y la Asociación de Arquitectos de Vizcaya. En su breve estancia pronunció una conferencia en el Hotel Carlton titulada “Arquitectura funcional”. El arquitecto previamente, el día 5, pronunció la misma conferencia en la Residencia de Estudiantes de Madrid, y un día más tarde, el día 11, lo hizo en el Ateneo Guipuzcoano de San Sebastián.  

En su intervención Gropius leyó unas cuartillas redactadas en castellano. El arquitecto aprendió el idioma en su primer viaje a España, que realizó entre septiembre de 1907 y abril de 1908, junto con su amigo Hellmut Grisebach. En la lectura de su conferencia abogó por una arquitectura funcional, que tenía que saber aprovechar las experiencias del pasado. Se refirió a las ventajas constructivas y espaciales de nuevos materiales como el acero, el hierro y el vidrio. También apuntó la necesidad de la estandarización y racionalización de los elementos constructivos como un medio adecuado para reducir los costes de la construcción, especialmente en viviendas. Gropius terminó señalando que la arquitectura no sólo tenía que satisfacer necesidades materiales, sino que también espirituales, y mostró el deseo de querer influir en la sociedad desde su profesión.

Un año más tarde, en diciembre de 1931, la Junta de Viviendas Municipales del Ayuntamiento de Bilbao, presidida por el arquitecto Tomás Bilbao, convocó el concurso de viviendas municipales de Solokoetxe II. Las bases del concurso recogieron ideas de diferentes profesionales, como las que Gropius pronunció en su conferencia y manifestó en otros foros y publicaciones.

En febrero de 1932 Gropius tenía que desplazarse a Barcelona, con motivo de una reunión de los CIAM (Congreso Internacional de Arquitectura Moderna). Por lo que se pensó que también podría ir a Bilbao y formar parte del jurado del concurso de viviendas municipales. Sin embargo, la reunión en la ciudad condal se retrasó y, finalmente, Gropius no pudo acudir a la capital vizcaína.